martes, 7 de enero de 2014

El fin de año viejo

El Año viejo es un monigote que representa básicamente el año que termina, elaborado con ropa vieja, cartón o papel, relleno de paja o aserrín y con frecuencia con artefactos pirotécnicos, para ser quemado a la media noche del 31 de diciembre en un gran número de países latinoamericanos, desde México hasta Uruguay aunque la costumbre está más arraigada desde el punto de vista popular en Ecuador y Colombia.
Entre el 26 y 31 de diciembre se elaboran muñecos de harapos del tamaño de una persona, éste simboliza el año viejo, que será quemado el 31 diciembre a media noche después del Abrazo de Feliz Año. El muñeco representa el moribundo Año Viejo que se va y es quemado el 31 de diciembre a la medianoche después del abrazo de Feliz Año.
Generalmente se construyen viejitos con paltó, barbas, sombrero y bastón. Otros mas ingeniosos construyen Año Viejos con alguna parte motora como un brazo con una botella de miche.

Significado

El ritual hace parte de las celebraciones de fin de año o nochevieja y los muñecos pueden representar a los acontecimientos o personajes más significativos, sobre todo negativos, del año transcurrido, y su incineración a la media noche del 31 de diciembre es un ritual de purificación para alejar la mala suerte y de transición pues también se celebra la llegada del nuevo año. En muchos lugares, después de la quema, se lee un "testamento", en el cual el "difunto" con lenguaje irónico o satírico hace recuento de los sucesos y da recomendaciones a sus protagonistas.
Características regionales

En Ecuador: la costumbre está popularizada en todo el país, en la zona interandina los monigotes son construidos con ropa vieja y rellenos de papel periódico o aserrín y luego son colocados una careta o mascara con la cara del personaje a quemar ese año, en la región de la costa los monigotes son mas elaborados, construidos de cartón y goma, luego son pintados con las características del personaje que representan, la noche del 31 los viejos como son llamados son expuestos en las puertas del las casas con los famosos testamentos los cuales con las "cosas que deja el año viejo al que viene" estos son realizados en forma de sátira, mientras los chicos se visten de viudas y en las calles piden caridad por el viejo que se muere los viejos son quemados a la 12 de la noche en las calles de las ciudades y luego todo esto es seguido por una cena y festejos

En el sur de Colombia: usualmente cada familia coloca un muñeco relleno de aserrín o papel en la parte exterior de la casa, lo sientan en una silla junto a una mesa donde hay una botella de licor. A veces los barrios se organizan y forman una escena más compleja que se exhibe sobre una tarima. Hay concursos de años viejos en las principales ciudades. Estas escenas suelen representar acontecimientos políticos, nacionales o internacionales, con humor, sarcasmo o cinismo.

De forma paralela, en la noche de año viejo varios jóvenes se disfrazan de "viudas" que lloran la muerte del año que se va quemar y piden una limosna, dinero que se utiliza en la compra de los materiales con que se fabrica el "viejo". Actualmente se conserva más la costumbre de petición de "caridad para el viejo" que la del disfraz. En los departamentos de Cauca, Huila y Tolima en Colombia al muñeco se le llama Taitapuro que es una deidad indígena. En la region nororiental andina colombiana y específicamente en el departamento de Santander se les denomina carranchos o carrancios.

En Venezuela: la quema del Año Viejo se celebra en los estados Táchira y Mérida.

En Uruguay: el monigote representa a Judas aunque se le queme el 31 de diciembre y los niños a veces representan personajes admirados por ellos.

En Chile: la costumbre ocurre particularmente en las regiones del norte (Arica, Iquique, Tocopilla, Antofagasta) en donde se habla de la Quema de Monos. En Tocopilla, algunas veces son grandes esculturas en una tradición que actualmente es apoyada y premiada por la municipalidad local; asimismo se realizan Salnatrones (popularmente llamados Salitrones) que son hogueras con grandes cantidades de salitre en riscos a orillas del mar, provocando grandes estruendos y una atmósfera especial.

En Argentina: la costumbre es popular particularmente en la ciudad de La Plata desde época reciente. En esta ciudad también se realizan grandes esculturas, que son premiadas por una radio local en lo que se denomina "quema de muñecos".

En México: el ritual se inicia dos o tres días antes del Año Nuevo cuando el monigote es puesto al frente de la casa con un recipiente para recabar limosna, que será empleada para comprar cohetes y golosinas. En Veracruz los indígenas mixe-popolucas, realizan una danza que es conocida con el nombre de "El Chenu", que es el nombre que le dan al monigote y los danzantes son Niños y jóvenes disfrazados de diablos con ropa de color rojo, máscaras con cuernos, cola y un tenedor largo construido de madera. Igual que en ciertos países andinos algunos participantes también se disfrazan de viudas, vestidos de negro y semejando estar embarazadas, y su papel es plañir estribillos y llorar a la hora en que se quema el Chenu.

Los reyes magos

El Evagelio de San Mateo cuenta de unos Magos que vinieron de oriente buscando al nuevo rey que habría de nacer. En las Escrituras no se abunda mucho sobre su origen, su personalidad, sus rasgos, ni siquiera sus nombres.
Se asume que eran "sabios" o astrónomos, llamados en aquella época como "magos", porque venían siguiendo una estrella que presagiaba la llegada del nuevo rey.
Como venían con regalos para el rey que habría de nacer, la tradición los describe como reyes bondadosos con presentes para todos, asignándole un nombre y rasgos específicos a cada uno.

Estos fueron los reyes magos:

Melchor: Un anciano blanco con barbas blancas. Su regalo para Jesús es oro, representando su naturaleza real.
Gaspar: Joven moreno. Su regalo es el incienso, que representa la naturaleza divina de Jesús.
Baltasar: De raza negra. Su regalo a Jesús es mirra, que representa su sufrimiento y muerte futura.